lunes

POESÍA AL NIÑO PERCHA

Así como se mastica el miedo
en tibios fragmentos de dolor,
es como veo tu rostro.

Inerte, en este otro lago.
La vida no te trató bien.
Adicto al pegamento
a los trece años.
Adicto ahora a mi poesía.
Niño percha.
siempre colgado
con algo.

Te escudas en lo lúgubre,
pero te delata tu sudor,
cercano al olor del hierro
de las máquinas de gimnasio.
Olerlo es verte, aún en la sombra.
Espera, tu día vendrá.
El vigésimo Octubre seco
se materializará tu venganza,
y será dulce, será húmeda,
casi no será venganza.
Y alguien dirá tu nombre,
y te recordaremos
así como se mastica el miedo
en tibios fragmentos de dolor.

No hay comentarios: