martes

EN EL NOMBRE DEL PADRE

Escucha nuestro llanto,
de los que duermen bajo tus sábanas.
En el nombre del padre,
el que sonría acariciando tu pelo
para abusar de ti a mediacnoche.

Escucha nuestro llanto,
de los que tiemblan bajo tu techo.
Unión hipócrita y normalidad podrida.
Ojalá tus rojos no enrojezcan de nuevo,
ojalá no dejes nunca más en mi tu marca,
ojalá apacigües tu alma atormentada.

En el nombre del padre,
del hombre corriente,
del que nos mantiene,
del asesino.
Del que hincha su piel
entre lágrimas y moretones.
Esperando una nueva ración
de fútbol y violación.
Ojalá mueras como símbolo.
Ojalá se olviden tus plegarias.
Ojalá este poema no tenga sentido.

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