miércoles

PECERA


Me siento en mi sofá y miro mi pecera.
Mi plecoglussum altivelis.
Mi ctenopharyngodon idellus.
Mi rooseveltiana nattereti.
Deslizándose, como si el agua fuera papel.
Junto a una palmerita de plástico,
hemiramphus safori,
trachipterus misakiensis,
caranx delicantissimus.
Como una estela anaranjada,
amphiprion frenatus.
Hace mi noche más fácil,
mi hesagrammos lagocephalus.
Creo que amo a esas fágiles criaturas,
mi pomacentrus coelestis,
mi chrysiptera assimilis.
Pero mi debilidad es
mi chaetodontoplus septentrionalis,
fuera del oscuro universo que es el mar,
en un apartamento con olor a hamburguesería,
chaetodontoplus, chaetodontoplus,
chaetodontoplus septentrionalis,
mi pequeña joya de coral.
chaetodontoplus, chaetodontoplus,
chaetodontoplus septentrionalis.
Ojalá fuera más sencillo el sexo con peces.


Nota del administrador del blog:
Agua en los Zapatos, escrita en Diciembre de 1998, sería el último de los poemarios "oficiales" de Narcís Torrent. En 1999 se publicaría la única antología impresa hasta la fecha de la obra del escritor, titulada IMPOESIBLE, antología poética del poet maldit. El libro tuvo una tirada de 10 ejemplares, 5 de los cuales se destruyeron en el traslado de la editorial a la casa de Torrent, por estar mal encuadernados. El único ejemplar que se conserva está en manos de la entonces amante de Torrent, que lo salvaguarda con un férreo sentimentalismo, y que ha posibilitado ampliar mi repertorio de poemas del autor, que se limitaba a unos cuantos manuscritos de sus primeros poemas y a un puñado de poesías inéditas que ven por primera vez la luz en este blog, la mayoría escritas durante la estancia de Torrent en un asilo en sus últimos días (o lo que presumimos fueron sus últimos días pues nadie ha podido confirmar su muerte). En el año 2001 Torrent irrumpió furioso en un festival de poesía que había tomado el nombre de Impoesible. Narcís se limitó a tirar unos cuantos carteles e increpar a los poetas presentes, dando un espectáculo bochornoso y teniendo que ser desalojado por las fuerzas de seguridad. Siempre pensó que le habían robado el nombre.

No hay comentarios: