miércoles

SIN TÍTULO XII

Espacio y tiempo se confunden
A menudo en mi cabeza
Mirándote... obvio mi minutero
Niña de belleza inmaculada y grotesca
Te lamo
Lamo tu lacito rosa
Lamo tus zapatos color verde aceituna
Lamo tus tacones de aguja
Lamo el ennegrecido chicle que hay pegado a ellos
Lamo tus rosadísimas mejillas
Y te mancho de chicle y de mi verdad
Lamo tu depilado y perfumado sobaco
Que en ti sólo puedo llamar axila
Tu sexo, inmarcesible, lo lamo también
Lamo tu pompón carmesí de animadora
De equipo de rugby de escuela privada
Lamo a tu poni blanco
Lamo a tu papi, dueño de una cadena de hipermercados
Te lamo, niña pija,
Porque sólo envuelta en mis babas eres mía

domingo

I

A veces creo sombras de luz
Hechas con tu rostro pálido,
Termitas atómicas y espejos
De tierra mojada.

Me envuelven como mantos,
Capas de rayos de sol y el
Rojo de las suaves cadenas
De tu policromático cabello.

Me asaltan en mi insomnio,
Me llevan a su mundo,
Tan hermoso que jamás
Pudo ser imaginado.

Mi mente dice que es una ilusión,
Mi cuerpo me habla de mentira,
De fracaso, como siempre, mi corazón.
Y mi alma vuelve a entregarse una vez más.

Es vapor que se hunde en el cielo
Y me vuelve a hablar de lo que es
Y será, si pierdo miedo,
Olvido y esperanza.

Es una música tenue que me sumerge
En un océano centelleante
De corales monstruosos, lágrimas sólidas,
Fósiles, estrellas y seres inventados.

Es un lugar que nadie entiende,
Nunca supieron ver.
Pero no puedes culparles,
No miran desde tus ojos.

Cuando salgo a la superficie
Tengo miedo de perder las branquias.
Quién va a poder acariciar ese mar
Ahora que estoy lamiendo la arena.

Sombras de luz, volved
Y atravesad mi piel, hacedme transparente,
Volvedme incorpóreo, dadme lo invisible,
Sed mi refugio y mi ventana.

No dejéis que me vuelva noche,
No hagáis duro lo suave, tibio
Lo llameante, dadme vida.
Una noche más de vida.

Sigue sonando la música, más ligera.
A cada momento más ligera.
Nunca se irá, cada vez más hermosa.
Volando, armonía de sombra de luz.

miércoles

ESPÍRITU


Eres claro espíritu
Danza nocturna
Ánima que aún ronda
Náyade noctámbula
Suena el laúd
Y la ciudad espera
Escondes tus manos
Tú, el estrangulador
La música permanece
Al final del primer acto
Alguien anda suelto
Hay que tenerle miedo
PrefierePánico a bienestar
Terrorista a político
Llaga a hipnosis
Alfanje a aguja
Armonía a fútbol
Carcajada a sonrisa
Pepsi a Coca-cola
Estrangulador deslizándose
Es ya el final de tu camino
Si quieres besar la sombra
Sabrás que es luminosa
Como sol en las afueras
Sabrás que es inútil
Esconderte en algodones
Él no se cree tus máscaras
Al final del camino
El espíritu pide pago
¿Quieres aprender a volar
o prefieres que te empuje?
Desearás presión en tu tráquea
Cuando sea demasiado tarde
Alguien anda suelto
Desliza el pasador
Sella tus párpados
Es mi espíritu

martes

IV

Viajo en una nave a las rocas
Me elevas sobre la tormenta
Pero besamos el precipicio
Y volvemos a la tiniebla
Respirar de tu piel
Hasta envenenarme de tu esencia
Volver a tus ojos

Un cigarrillo liado con mimo
El humo escapando de tu boca
Tu sonrisa y tus palabras aisladas
Ese halo que te acompaña
Esa hermosa decadencia
Tus manos rozando las mías
Y escapando
Volver a tus ojos

Nadie más en el mundo
Nada más en qué pensar
Ningún sueño salvo tu imagen
No hay miedo mayor que éste
Ni anhelos ni futuro
Que escapen de tu perfume
Volver a tus ojos

Trampas imaginarias
Mitología empapada
Toboganes de plástico
Tiritas de animales
Orugas en el viento
Lluvia invertida
Seguir haciendo algo
Volver a tus ojos

lunes

AGUA


Vivía con un viejo de mirada insolente,
Frágil y pequeño, arrugado hacia dentro,
Cuyo oficio era robar a las tormentas
y meter rayos en botellas.
En frascos luminosos como mil soles.
El viejo vaciaba las botellas
y se los daba a una gigantesca
Mujer Negra que vivía en la montaña.
Tal vez era la montaña.
La enorme mujer tejía piedras
Su hilo eran los rayos del viejo.
Su aguja una espada.
Hizo un dragón pétreo y luminoso
Que nos llegó al lugar donde se miente.
Un garaje viejo y un gánster.
Me olvidé de todo aquello
Corriendo en el lago
Junto al velero hecho de musgo.
Una criatura bella volaba a mi lado.
Corría, y era, agua.

domingo

II

Nada de lo que respiramos es real
No nos pertenecemos
Nos pertenece el aire
Nos pertenecen los latidos olvidados
Nos pertenece la muerte
Nos pertenecemos en la muerte
La tierna y esponjosa muerte.

MOZA DEL VALLE

En 1997 Narcís Torrent recopiló sus poesías místico-escatológicas en el volumen POESÍAS INMENSAS ENTRE LO MÍSTICO Y LO ESCATOLÓGICO. Eran una serie de poemas que el poeta recitaba en radios locales para algarabía popular.


La esfera y el zafiro roto
Encajan desde su concepción
Y el llanto de la hormiga
Exige una disección.
Decapitada en tu larga condena,
Trabajas en una cadena
Enroscando latas de conserva,
Adorando a la Diosa Minerva.
Tras el sucio delantal,
Espesa sensualidad.
Gluteos firmes y firmes ideas:
Dios, patria y fútbol.
Moza del valle,
Espesa sensualidad.
Comes higos o los escupes
Y yo... suspiro cansino.
Sudas y hueles,
Tía puerca
Cuánto y cómo te idolatro.
En el pajar todo mozuelo te probó,
Y algún Viejo
Y hasta un carnero,
Pero, zorra viciosa,
Sólo yo lo hago por dinero.
Pantalones de pana, carnes prietas,

Pezones generosos,
Con los que alguna mandíbula desencajaste,
Moza del valle,
Espesa de sensualidad,
Cómo y cuánto te idolatro

martes

FELLATIO


Torrent solía repetir este haiku a sus atormentados conocidos. Cuando se le preguntaba por otra obra él miraba para otro lado. Lo cierto es que Fellatio era el único de sus poemas que lograba recordar... Incluso cuando quiso escapar de sus inicios pseudo-humorísticos, ésta fue la obra que lo persiguió. Pertenece a su primera etapa de poemas místico-escatológicos.


Fellatio, fellatio
Romántica palabra si surge de tus labios.
Pero, ¡no lo digas ahora!
Podrías morder algo...